Entrevista al poeta Rafael Urretabizkaya


 

Rafael Urretabizkaya

Nació en Dolores, Argentina,  el 8 de octubre de 1963. Desde los 20 años vive en San Martín de los Andes y zonas rurales. Escritor y maestro. Ha publicado libros de cuento, novelas, de poesía, obras para títeres y teatro. También letras de canciones para artistas de la región, el país y de España.

Libros más recientes: “Chamacero Serial” (Editorial Brumana, Rosario noviembre de 2.022); Don Hilario” (Colección Pensamiento Suramericano Nº 5, Ediciones la Musaranga, Buenos Aires septiembre de 2022);  “Circo” (Ediciones Silvestre, Rosario 2022); “ “La sirena de Chocón” (Trelew 2021); “Nadar en lo hondo” (Trelew 2020); “En la ruina” (De la Grieta, San Martín de los Andes, 2020); “Vairoleto pechito libertario” (La Musaranga, Buenos Aires 2019); “Informe sobre aves y otras cosas que vuelan” (Bardos, Córdoba, 2022 y de la Grieta 2011 y reediciones); Ñawpa Guazú (De la Grieta, San Martin de los Andes, 2019).

Junto a Tata Cedrón en estos días hicieron la “Huella de calesita” para ser difundida junto a otras canciones en la calesita de “La Compañía Nacional de Autómatas La Musaranga” de la que ambos forman parte y que entra a dar vueltas este invierno 2023. 

Integra antologías de poesía de Argentina, Alemania, Colombia, México, Italia. 

También el programa “Leer por leer”  del Plan nacional de lectura de Argentina 2022. 

La edición 2022 de “Las Abuelas nos cuentan”, nueva colección por el derecho a la identidad de “Abuelas de plaza de mayo” y el portal Educar.

Obtuvo entre otros reconocimientos la beca de Fundación Antorchas para cuento con la que publicó “Te agarro a la salida” (editorial Corregidor de Buenos Aires) y el premio Roberto Juarroz de poesía.

El poema “Como evitar las jaulas” del libro “Informe sobre aves y otras cosas que vuelan”  integra la serie audiovisual “El viaje” realizado por CANAL ENCUENTRO 2022.

“Vairoleto Pechito Libertario”, de las manos de la compañía La Pelela Títeres, representó a la provincia de Neuquén en el Nacional de Teatro del año 2018 y anda de larga gira.

“Una de gauchas y piratas”.  Última obra de títeres fue estrenada en agosto de 2021 por la Compañía Terráquea” de Lago Meliquina/San Martín de los Andes  (Ana Mugueta y equipo). Con dirección de les “Ilusiones Animadas” de Córdoba y auspicio del Instituto Nacional del Teatro.

“Balseros de Pilo Lil” con música original de Israel Prieto y coreografías de Yanina Prieto, fue estrenada en el teatro Amankay de San Martin de los Andes en agosto de 2.022

“Don Faco Nuco de Pilo Lil” fue grabado por Tata Cedrón (Juan Carlos Cedrón Buenos Aires 2.019) Disco completo http://elcedroniano.blogspot.com/; el mismo compositor puso música a los poemas del libro  “Circo”, (2020) “Caballo partido”, “El Gran Ampelio, “Dicen”. 

Con Jorge Falcón (Curitiba Brasil), (2020) “8 microcanciones”

Con Gloria Geberovich (España), Grillos 2015, Remar, España 2021

 

 

  1-¿Recordas cuál fue el momento de tu encuentro con la poesía, con la magia de la palabra?

    

Sí. Cuando era pibito me armé debajo de las camas de mi pieza una guarida mezcla de taller mecánico y taller de todas las cosas. Eran esas camas rinconeras así que había lugar suficiente. Ahí dibujé e instalé con pedazos de cosas la parte de debajo de un camión. Cambiaba piezas, hacía viajes, metía herramientas, lápices y escribía. Pasé de poner los nombres de las cosas como “caño del escape” a escribir sobre viajes, sobre mi familia. Un día nos mudábamos y mis viejos dieron vuelta ese elástico y ahí estaba toda la cosa; mis viejos leyeron y me leyeron y yo pensé: “ah, era para esto”. Después también llevé a esa guarida revistas, libros, si no los leía porque eran muy gordo me servían para pasar un vado con el camión, para cambiar una rueda. Yo pensaba (y pienso) que el mundo no da más de increíble y la idea que más se me presentaba para conocerlo era ser camionero, y la que yo no pensaba, pero se aparecía era leer y escribir, que son la misma ficha.

 

 2- ¿Cuáles fueron tus primeros horizontes, tus guías, que autores te marcaron un camino?

 

Mis viejos que leían por la casa y creo que yo pensaba “en que andan estos”. No es tanto que me leían a mí, pero se leían entre ellos y así lo hicieron toda su vida. Cuando ya estaban grandes empezaron a escribir en papelitos los versos que sabían de memoria. Fallecieron los dos hace tres años y sigo encontrando papelitos de estos que te digo con puras maravillas. Para no olvidar. Para eso es la literatura, para no olvidar. Y también para otros. Se escribe para otros, se escribe con la esperanza de que otra u otro un día encuentren nuestros papelitos.

 

 

3- ¿Qué buscas cuando creas, que pensás en el momento de escribir?

 

Pienso en lo que escribo. Estoy disponible para esa historia o asunto. La pienso antes y durante si es novela o cuento. Si es poesía por ahí me meto en un registro también antes y después. Hago la vida que sea, pero voy con eso. Si estoy escribiendo para títeres o teatro lo voy pensando entreverado con todo. El mundo es bastante un escenario me parece.

 

 4-  ¿Vivís desde los 20 años en el sur, que crees que le dio la Patagonia a tu poesía?

 

Toda la vivencia social, las personas, la geografía y las circunstancias de la época, del tiempo en que nos toca, del viento, de la naturaleza, de las cosas que sucedieron por aquí y las que tal vez sucedan. Creo como Rodolfo Walsh que “escribir es escuchar”. Escuchar tu tiempo, la política, la vereda, el colectivo, las alegrías, las penas, escuchar la gente que amamos y la que no, y también es escucharse. El intimo escucharse. Escucho desde aquí. Escucho mucho también desde la infancia, esa patria. Y cuando puedo andar un poco de viaje físico o de viaje de lecturas también escucho. La Patagonia está en este entrevero. Con sus anuncios y sus callados.

 

 

5-¿Aparte de la poesía que otros géneros cultivas?

 

Escribo novelas (ahora estoy en una), cuentos, canciones, escribo para títeres, teatro, lista de las compras, escribo a veces para revistas.

 

 

6- ¿En tu poesía abarcas lo social y lo contemplativo, lo buscas de esa manera o llega solo como un acto de anunciación?

 

Creo que es lo que llega de esa escucha. Me interesan más que ninguna cosa, las personas. Mi escritura anda por ahí, entre la gente que es mi interés.

 

 

7- ¿Crees que la lectura está siendo dejada de lado, y si es así que opciones ves para recuperar el hábito de leer?

 

Creo que hay muchas cosas negadas para grandes sectores de la sociedad, por ejemplo, comida en la olla, imagínate si no van a faltar libros o ganas de leer a esas personas. Es muy abismal lo que sucede con los puntos de partida de las infancias. Pienso en un chiquito que se duerme con un cuento y algo en la panza, a otro que se duerme en el ruido y con hambre. La lectura está siempre cerca, necesita buenas condiciones si es un niño o niña, y si se es adulto ya una elección. De todos modos, tiendo a pensar que viene lo mejor. Tal vez se lee distinto, desde los teléfonos, hay que ver para donde va eso, que contenidos tienen los teléfonos. Lo bueno es que los libros no llevan pilas. Tienen la paciencia del árbol de donde salieron. Hay personas que trabajan por saldar ese abismo de la diferencia y lo hacen muy bien. Deberían ser más. Soy optimista en este punto que preguntas porque lo que me ha tocado ver en la vida es que a las infancias les encanta que les lean y leer.

 

 

8- ¿Qué poetas actuales recomendas, o que lecturas?

 

Ramón Ayala como poeta, leí hace poco “Las trincheras ardientes del Paraguay”, en décimas, me encantó y lo recomiendo. Ramón nació en el 27, en este libro habla de “la guerra grande” y es un poeta actual que escribe de temas no saldados.

Hay poéticas con las que converso. Me pasa con Jorge Spíndola, Bruno Di Benedetto, Ana Gómez, Wislawa Szymborska, Nicanor Parra, Javier Villafañe poeta, Romina Olivero. Me parece que la poesía habla a todos y todas siempre, y que de repente nos está mirando a los ojos. Hay que andar pillo y tomar aire para que pase adelante.

 

 

9- ¿Qué soñas para tu poesía?

 

Que un día aparezca en el papelito de alguien que no quiere olvidar una cosa que el verso le ayudó a sentir.

 

 

 

10-¿Me regalas un poema o cuento?

 

Sí. Mira, este poema del otro día justo habla de esa cama que te decía, se apareció en Areguá un pueblo ahí cerca de Asunción, en Paraguay, toda esta tierra maravillosa de palabras AGUDAS.

 

 

 

Ahora que todos los árboles son con flores,

desde esta tierra de palabras agudas,

pienso la caja con autitos que dejé bajo la cama de la casa en la calle Dorrego.

La caja que miraba

como se mira la bola de cristal,

por donde espiar al mundo.

 

¡El mundo mundo!

grande gigante

no me ha defraudado.

Tantos árboles con flores, quien lo diría,

hogares de ancianos Nazareth,

pique en los ríos,

gente yendo y viniendo por el agua y el pan con que criar una ilusión.

 

El mundo

                nuestra casita en construcción,

poniendo garra para que cada quien

en todo sitio

tenga una cama en un lugar

donde poner a salvo sus tesoros.

 

 

 

 

Y ESTE cuento se llama

 

“Datos del tiempo”

 

-           64

-           ¿64? No puede ser.

-           Sí. Cuando murió Queca no tenía más de 50 y van a ser 14, en agosto.

-           ¿Queca no murió en octubre?

-           Agosto.

-           Octubre, el guindo ya estaba en flor y fue el año que cargó mucho.

-           Tsh, tsh. Tsh... el año que cargó mucho fue el siguiente, hicimos dulce y del guindado nos quedaron los frascos con la fruta y el azúcar, porque no nos alcanzó para comprar la caña.

-           ¡Ahí está! La caña florece cada 50 y había florecido dos años antes, por eso se llenó de ratones.

-           No, cuando fuimos a acampar y estaba lleno de ratones Queca vivía.

-           ¿Vivía?

-           Sí. Ella mismo pobrecita me dijo que no vayamos. “No vayan locos de mierda” me dijo, “los ratones les van a mear las narices y se mueren de hanta virus.”

-           Tenía razón.

-           No tuvo razón.

-           Sí. Porque les podría haber dado.

-           Pero no nos dio, le pifió, se equivocó. ¿O ahora porque está muerta vamos a empezar a decir lo que no es?

-           ¿64?

-           64.

-           Marisita ya tiene 10, y cuando fue la misa por los dos años que se fue Queca, ni caminaba.

-           Y claro, si caminó a los dos.

-           Por eso, justo.

-           ¿Qué cosa?

-           Dio la misa el padre Valerio y fue justo antes de que lo trasladaron por toquete la semana anterior que mamá empezó la diálisis.

-           ¡No, no, no! Cuando mamá empezó la diálisis el que se había ido por toquete era el hermano Aníbal, a dar misa en el cine Gloria.

-           ¡Imposible! Cuando vi “Perdidos en la noche” en el cine Gloria, fuimos con Coca embarazada de Marisita, se le hinchaban los pies y se levantaba a piyar a cada rato.

-           No sé...

-           Bue...

-           Te dejo porque estoy apurada.

-           El tiempo....

-           ¿Qué cosa?

-           Pasa volando.

-           Decímelo a mí que el martes cumplo 64.

-           ¿64?

Comentarios

  1. Gracias por ser una voz auténtica y valiente en el ciberespacio.

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  2. Tu publicación es una obra maestra: brillante, reveladora y completamente atractiva. ¡Gracias por compartir tu valiosa perspectiva con nosotros!

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