Lectura de Ser a la vez el pez y la pecera del poeta Basso Cristián




Ser a la vez el pez y la pecera, ser los ojos y el mundo, ser el cuerpo y el alma, el juego poético de Cristián Basso busca lo trascendental, ir por el camino de la palabra desmenuzando el mundo que habita y a la vez el mundo que habita al poeta.

“Y entre las multitudes ser ninguno” disolverse volverse la nada misma un acto de sacrificio, la carta marcada en la mano llena de soledad de alguien que puede ser Cristián, o algún otro quizás la so
mbra del poeta buscando la luz entre las letras del poema.

El camino del libro esta lleno de portales hacia el afuera y hacia al adentro del poeta una búsqueda constante de tratar de entender lo que habito y lo que me habita, dos mundos para los ojos de un solo hombre. 

“El mar es un sueño de Junio” nos dice en el poema Veleros, ¿Qué se sueña cuando la nostalgia del recuerdo ha invadido la sangre? Quizás la hombría de reconocer que el tiempo ya es otro, como diría Pablo Neruda “Nosotros los de entonces ya no somos los mismos”. 

Los poemas del libro caen suaves como una llovizna sobre los pinos verdes del sur, se van desarrollando, florecen, explotan como las flores al llegar la primavera. Al final como nos dice en el poema Capricho de cadenas “El cuerpo cederá al traje/ y luego el traje a la voz/ y, al final, la voz/ a la sorpresa” 

La magia vive en las palabras de la poesía, el poeta es un alfarero creando latidos entre hoja y hoja, un leve arroyo corre por la imaginación del lector, luego puede aparecer un rio o tal vez la pecera desde donde Cristián cuenta nos deja leer su mirada, nos deja entender un poco más su alma. 

“El era árbol/ al centro de la niebla” una imagen que traslada, una imagen plagada de soledad, una imagen bella, en su simplicidad y profunda en su sentido, por esta línea y por cada poema del libro es que vale la pena atreverse a ser ese pez y la pecera 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Entrevista a Hernán Lasque